domingo, 23 de noviembre de 2008

ENSAYO INDUSTRIAS CULTURALES

ENAJENACION Y SOMETIMIENTO DE LAS INDUSTRIAS CULTURALES

Las nuevas organizaciones capitalistas, con la ayuda de las nuevas tecnologías y los medios masivos de comunicación han logrado ‘dominar’ las poblaciones, instaurando fácilmente su poderío frente a una masa pasiva y casi mecanizada a la orden de los nuevos servicios tecnológicos
La influencia marxista de los nuevos teóricos críticos de la escuela de Frankfurt como Adorno, Horkheimer, Benjamín, Marcuse, entre otros, abren espacios de reflexión para analizar ciertos puntos de las industrias culturales y el papel que empezaron a jugar las nuevas tecnologías. Lograr una inversión del estudio funcionalista, partiendo del análisis de concepciones básicas, que los estudiosos de las teorías criticas, consideran, deben redefinirse.
Los fenómenos tales como, la estructura del poder económico sobre los medios, las corporaciones de industria cultural, la nueva racionalidad tecnológica, y los sistemas de dominación política e ideológica.
Sin duda alguna, la modernización tecnológica ha logrado consolidar las estructuras de poder en el mundo, dichas organizaciones manejan un amplio poder sobre las masas, dominio que se consolidan cada vez mas con ayuda de los medios de comunicación y la nueva racionalidad tecnológica de los seres humanos.
Es innegable hoy día la expansión que han tenido las industrias culturales, el bombardeo de mensajes masivos a través de los nuevos elementos tecnológicos de masas, han cambiado el estilo de vida de los seres humanos.
La fácil enajenación de las sociedades, concede a los poderosos entes económicos, vía libre para modificar las estructuras sociales de los individuos. La manipulación los introduce a procesos mecanizados donde la tecnología es el principal elemento distractor y donde los medios son los encargados del bombardeo masivo de mensajes que aturden y confunden a las personas, hasta el punto de lograr su pleno dominio.
La cotidianidad de los individuos se transforma, las leyes de mercado se apoderan de está, todo se regula. Las nuevas expresiones culturales pueden ser vistas como amenazas para las sociedades capitalistas, si no hacen de estas rápidamente un producto de consumo masivo.
El hombre fielmente ha aceptado esa racionalidad tecnológica implantada por entes de poder económicos y políticos. La modernización se ha posicionado se esta ha alimentado un desgano general por construir algo propio y todo se está consumiendo como lo quieran los medios masivos de comunicación.
El entretenimiento se va consolidando como una herramienta efectiva de sometimiento, costumbre y dominio para los capitalistas, políticos y los entes económicos. La estrategia de darle al público diversión, distracción, lograr que se desinhiba, que no piense, que se ría y se olvide que pueden ser activos, ha dado resultado, y es lo que los medios se han encargado de promulgar en todo los espacios comunicativos.
El consumo de estos productos que muchas veces son vacios de conocimiento, que no enseñan sino más bien enajenan, mecanizan y vuelve adicto al que los consume. Se han convertido para el mercado en elementos de explotación potencial.
Este tipo de elementos de consumo masivo no solo reduce y empobrece la capacidad imaginativa y la libre espontaneidad de los hombres sino que, al mismo tiempo se convierte en el objeto de deseo de las masas engañadas[1]
La construcción de nuevos lenguajes producidos por estos productos masivos, que enajenan las masas y las domina plenamente han generado una mala concepción de términos y elementos que han sido tergiversados en sus concepciones a favor del mercado y el consumo masivo.
El arte por ejemplo pierde su valor estético, a pesar de que su concepción va mas allá de lo que se pueda ver tras una pantalla de televisión, su lectura ya no es la misma, el individuo no se esfuerza por entenderla, sencillamente porque ha perdido esos conocimientos, se han oxidados las cualidades analíticas. Ya todo está regido por normas, y éstas se dan de acuerdo a los intereses que tengan el poder y las industrias económicas.
Sumado a lo mencionado anteriormente, la multiplicidad de estos elementos pertenecientes a la cultura, logran desvalorizarla, las obras, los lugares, el arte, no es solo un accesorio de adorno para la sala de la casa, como lo han hecho creer las leyes de mercado que económicamente se han enriquecido a cambio de una mala concepción de la cultura.
Es importante concluir mencionando que los públicos no son entidades totalmente desarmadas como lo mencionan los estudiosos de Frankfurt, y los procesos de consumo cultural presentan un cierto grado de – relativo – de heterogeneidad. Las lecturas posibles de un mismo mensaje o el consumo de los mismo bienes son tan diversificados como diversa, desigual y contradictoria es la sociedad de clases[2].
Si bien es cierto los mensajes masivos enajenan las masas, no hay que olvidar que las masas mismas poseen distinción de clase social, religión, sexualidad, edad, entre muchos aspectos que son validos para la construcción de grupos sociales, que han asumido mecánicamente pero de manera distinta los bombardeos emitidos por las nuevas tecnologías y los entes económicos y de poder político.
[1][1] Los estudios acerca de las industrias
[2] Los estudios acerca de las indsutrias.

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